Como prevenir el fracaso escolar y fomentar la responsabilidad en nuestros hijos e hijas.

27.10.2017


¿Cuál es su concepto de fracaso escolar?  Esto es lo primero sobre lo que tendríamos que reflexionar.

La familia es un sistema donde todos los miembro influyen sobre el resto de miembros a nivel emocional, psicológico y cognitivo (estudios).

Nuestro interés por los estudios de nuestros hijos e hijas, las expectativas que tengamos y la proyección que hacemos sobre ellos afectará sobre su rendimiento académico.

Que podemos hacer?

1. Marcarnos objetivos alcanzables. Según las aptitudes, motivación y esfuerzo de nuestros hijos e hijas podrán alcanzar unas metas u otros. Buscar junto con ellos y ellas los objetivos que nos marcamos. En primer lugar debemos conocer y aceptar a nuestros hijos e hijas con sus virtudes y defectos.

2. Trabajar las expectativas del proceso educativo. Admirar y motivar a nuestros hijos e hijas por sus virtudes y respetar sus decisiones siempre que vengan acompañadas de un esfuerzo para alcanzar sus objetivos.

3. Concepto de fracaso. Que entiende por fracaso? La idea del fracaso no es constructiva, es destructiva y no invita al cambio ni ha alcanzar objetivos, si no a tirar la toalla.

4. Han funcionado hasta ahora las soluciones que hemos probado? Como puede innovar? Probamos soluciones nuevas, nuevas estrategias.

5. Escucha activa. Valoramos la opinión de nuestros hijos e hijas. Escuelas con atención lo que nos dicen. Nos hablan verbal y no verbalmente. Se comunican con nosotros de muchas maneras.


La motivación aparece cuando los chicos y chicas se sienten capaces de hacer las cosas, y eso pasa por que tengan una buena autoestima.

Como lo hacemos?

- Destacando sus cualidades positivas.

- No "machacar" con los errores pasados.

- Apoyo y estima, vínculo incondicional.

Otras recomendaciones:

1. Ofrecer apoyo. Los adolescentes no son niños y quieren que se les trate como adultos. Mostrar respeto por ellos y ellas es la clave para construir una relación de confianza entre padres e hijos. Los padres y madres deberían dar todo el apoyo posible a sus hijos e hijas, y en vez de controlarlos, procurar guiarlos.

2. Exponer a nuevas ideas y actividades En ocasiones, los niño y niñas no tienen motivación para que no han sido expuestos a lo que podría ser una pasión de vida. Buscar actividades nuevas, o grupos interesantes para intentar estimular nuevos intereses que vayan mucho más allá del ordenador, el móvil y su círculo de amigos actuales.

3. Motivarles en los estudios, ayudándolos a establecer una conexión entre sus estudios y sus intereses A veces no tienen motivación para que no ven una conexión entre el trabajo que se les pide que hagan y sus intereses y metas. Intentar vincular diferentes asignaturas con futuros puestos de trabajo o estudios universitarios. Conversar con ellos y ellas para ayudarles a identificar cuáles son los campos que más les interesan.

4. Utilizar metas y premios a corto plazo A veces se ven abrumados por una gran tarea y se dan por vencidos antes incluso de empezar. Ayudarles a dividir las tareas en una serie de tareas más pequeñas. Hacer que cada pequeña tarea sea una meta y tratar de establecer una compensación para conseguir este objetivo que sea apropiada para su edad.

5. Ayudar a aprender a administrar su tiempo Cuando los niños y niñas llegan a la adolescencia, se enfrentan a tareas más difíciles y pueden sentirse abrumados por el trabajo que han de completar; no saben cómo encontrar tiempo para completar sus tareas. Enseñarles cómo gestionar el tiempo es muy útil.

Hay también que aprendan a manejar el estrés.

¿Cómo?

- Con relajación.

- No pedir hitos imposibles. Objetivos realistas.

- Tiempo libre para desconectar.

- Transmitir que confiamos en ellos. Confianza.

Muchas gracias!

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